El aceite de oliva es un zumo natural, obtenido de exprimir aceitunas de la misma forma que se obtienen otros zumos de fruta exprimiendo estas.
El proceso de obtención del aceite de oliva virgen extra se llama molturación y básicamente consta de cuatro partes.
El molido o la molienda consiste en triturar la aceituna para romper las estructuras celulares que contienen el aceite dentro del fruto.
El batido consiste en mover la masa de aceitunas resultante de la molienda para obtener una pasta homogénea y conseguir que las gotitas de aceite contenidas en la misma se vayan uniendo entre sí.
La centrifugación es la parte en la que se separan los distintos componentes de la pasta, orujo, agua de vegetación y aceite, gracias a sus diferentes densidades.
La decantación o filtrado consiste en limpiar el aceite obtenido quitándole los restos de orujo y la humedad que pudiese tener.
Porque el zumo de la aceituna es obtenido de frutos sanos y en su óptima madurez. Presenta todos los componentes minoritarios de interés nutricional además de una extraordinaria composición en ácidos grasos y ofrece una gran variedades de matices sensoriales, que lo hacen único entre todos los aceites e idóneo tanto para el consumo en crudo como en otras utilizaciones culinarias.
Es uno de los elementos esenciales de la Dieta Mediterránea.